1.Semana Laudato Si’
La Semana Laudato Si’, que estamos celebrando del 17 al 24 de mayo, es una iniciativa global impulsada por el Papa Francisco para conmemorar el 5º aniversario de esta Carta Encíclica que profundiza en la necesidad del cuidado del planeta Tierra, nuestra casa común. Bajo el lema “Todo está conectado” se nos convoca, a los católicos y personas de buena voluntad de todo el mundo, a que nos unamos a la reflexión, la oración y las acciones necesarias para proteger nuestro planeta y la vida que alberga.
El 6 de mayo, el diario francés Le Monde publicaba una Tribuna titulada «Non à un retour à la normale» (No a un regreso a la normalidad). Se trata de un manifiesto firmado por doscientos artistas y científicos, entre ellos varios premios Nobel, que supone un llamamiento a líderes y ciudadanos para cambiar profundamente nuestros estilos de vida, consumo y nuestras economías: “La pandemia de la covid-19 es una tragedia. Sin embargo, esta crisis tiene la virtud de invitarnos a que nos enfrentemos a las preguntas esenciales…. llamamos solemnemente a los dirigentes y a los ciudadanos a salir de la lógica insostenible que aún prevalece, para trabajar por fin en una refundación profunda de nuestros objetivos, valores y economías. El consumismo nos ha llevado a negar la propia vida: la de las plantas, la de los animales y la de un gran número de humanos. La contaminación, el calentamiento global y la destrucción de los espacios naturales conducen al mundo a un punto de ruptura. Por estas razones, sumadas a una desigualdad social cada vez mayor, nos parece impensable “volver a la normalidad”. La transformación radical que se requiere, a todos los niveles, exige audacia y coraje. No tendrá lugar sin un compromiso masivo y determinado. ¿Cuándo llegarán los actos? Es una cuestión de supervivencia, tanto como de dignidad y de coherencia”.
Oración: Dios de amor, Creador del cielo y la tierra y de todo lo que contienen, nos creaste a tu imagen y nos hiciste administradores de toda tu creación, de nuestra casa común. Nos bendijiste con el sol, el agua y la tierra fértil para que todos pudiéramos alimentarnos. Abre nuestras mentes y toca nuestros corazones para que podamos responder al don de tu creación. Ayúdanos a ser conscientes de que nuestra casa común no sólo nos pertenece a nosotros, sino a todas las generaciones futuras, y que es nuestra responsabilidad preservarla. Que ayudemos a garantizar que cada persona cuente con la comida y los demás recursos que necesita. Hazte presente entre los necesitados en estos tiempos difíciles, especialmente los más pobres y los que corren más riesgo de ser abandonados. Transforma en esperanza nuestro miedo, ansiedad y sentimientos de soledad para que podamos experimentar una verdadera conversión del corazón. Ayúdanos a expresar nuestra solidaridad de forma creativa para hacer frente a las consecuencias de esta pandemia mundial. Haznos valientes para acometer los cambios que se necesitan en busca del bien común. Que sintamos, hoy más que nunca, que todos estamos interconectados en nuestros esfuerzos por aliviar el clamor de la tierra y el clamor de los pobres. Te lo pedimos por Cristo, nuestro Señor. Amén