Hoja de Aleluya

Parroquia de San Lázaro / Parròquia de Sant Llàtzer

Sábado, 30. A las 6 tarde, misa, por el pueblo. A las 8 tarde, misa, por el pueblo

Domingo, 31. IV del Tiempo Ordinario. A las 11, misa, en sufragio de los difuntos de la familia Gómez Bertomeu. A las 12’30, misa, en sufragio de Ramón, Josefina y familiares difuntos.

Lunes, 1. A las 10 de la mañana, por el pueblo.

Martes, 2. Fiesta de la Presentación del Señor. La Candelaria. A las 10 h., misa, por el pueblo. A las 8 tarde, misa en sufragio de Silvestre Maudos.

Miércoles, 3. San Blas. A las 10 h., misa, por el pueblo.

Jueves, 4. Día internacional de la Fraternidad Humana. De 10 a 12, misa y Adoración eucarística. De las 7 a 8 tarde, Adoración.

Viernes, 5. A las 10 h., misa, en sufragio de Antonio Gómez. A las 6’15 tarde, Oración y Vida, abierta a todos, aunque lo realizamos telemáticamente, pedir al sacerdote ser invitados (Preparándonos para relanzar la evangelización).

Sábado, 6. A las 6 tarde, misa, por el pueblo. A las 8 tarde, misa, por el pueblo.

Domingo, 7. V del Tiempo Ordinario. A las 11, misa, en sufragio de los difuntos de la familia Gómez Bertomeu. A las 12’30, misa, en sufragio de los sacerdotes diocesanos recientemente fallecidos. A las 8 tarde, misa, por el pueblo

 

 

Cuando la palabra suena a verdad

(El Evangelio de Marcos 1, 21-28).

Jesús en los comienzos de su predicación asombraba a la gente, porque hablaba no como los escribas, maestros o fariseos que enseñaban las Escrituras y los preceptos de los antiguos, sino como quien tiene autoridad. Esta expresión, por una parte, significa que era convincente, tenía autoridad moral, lo que decía lo vivía y salía de dentro, como muy auténtico, sonaba a verdad. Por otra parte, significa que su palabra era una palabra “performativa”, decimos hoy, o sea, que dice y hace, que lo que dice se cumple. Es como la Palabra creadora: “Dijo Dios… Y así fue”. Asombro persistente ante dicha palabra. Recordémoslo a las generaciones actuales y siguientes, que no tienen gran experiencia de esto. Hubo un tiempo, no muy lejano, en que había “hombres de palabra”, mujeres y varones que lo que decían lo cumplían, lo que decían iba a misa, expresión de aquel tiempo.

Hoy en el evangelio la reacción de la gente es: “¿Qué es esto? Una enseñanza nueva expuesta con autoridad. Incluso manda a los espíritus inmundos y lo obedecen”. ¡Y tanto como les parecía nueva! Era la buena noticia de la gracia y perdón de Dios, incluso para pecadores socialmente señalados. El amor de Dios no tropezaba con el pecado de “los pecadores”. Incluso el poseído por el mal que sólo sabía hacer daño y destrucción, era más bien víctima del mal que no agente del mal. Jesús sorprendía con sus sanaciones y sus desafíos al poder del mal cuando se enseñoreaba de algunas personas. Cuántas veces, nuestra compasión y disgusto ante personas que vemos víctimas del mal que les domina, nos llevaría a gritar como Jesús: “Cállate y sal de él”. La persona posee una grandeza o dignidad oscurecida por el mal que puede hacer o que le domina. Jesús viene a revelárnosla.

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