En el comienzo de la salida de la Pandemia

En el comienzo de la salida de la pandemia, estamos poniendo la parroquia al día.
En este domingo V de Pascua lanzaremos un próximo curso de evangelización Alpha Online, para comenzar el 19 de Mayo. Queremos ponernos en forma como parroquia. En este domingo Jesús nos dice que si permanecemos unidos a Él podremos dar frutos.

Parroquia de San Lázaro / Parròquia de Sant Llàtzer

Sábado, 1. Día del Trabajo. A las 6 tarde, misa, en sufragio de José Peña López. A las 8, misa, en sufragio de Consuelo Claramunt.

Domingo V de Pascua, 2. A las 11, misa, en sufragio José Peña López. A las 12’30, misa, por el pueblo. A las 8 tarde, misa, por el pueblo.

Lunes, 3. A las 8 tarde, misa, en sufragio de José Peña López.

Martes, 4. A las 5’30 Catequesis. A las 8 tarde, misa, por el pueblo.

Miércoles, 5. A las 5’30 Catequesis. A las 8 tarde, misa, en sufragio de Antonio Gómez.

Jueves, 6. De 10 a 12, misa y Adoración eucarística. A las 7 Adoración. A las 8 tarde, en sufragio de Simón.

Viernes, 7. A las 6’15 de la tarde, reunión de Oración y Vida, online y presencial, abierta a todos. A las 8 tarde, misa, en sufragio de Vicenta Esteban y Manuel Marco.

Sábado, 8. A las 6 tarde, misa. A las 8, misa, por el pueblo.

Domingo VI de Pascua, 9. A las 11, misa, por el pueblo. A las 12’30, misa, por el pueblo. A las 8 tarde, misa, por el pueblo.

Curso Alpha Online, en tu casa

Mientras vamos saliendo de la pandemia hemos de retomar el proyecto de una nueva evangelización desde San Lázaro. Ya no somos todos católicos y los que lo somos necesitamos ser más coherentes con lo que decimos ser. Volvamos a un Primer Anuncio de nuestra fe. Ofrezcámoslo a personas que pueden necesitarlo. Comenzaremos el 19 de Mayo a las 20:30

El evangelio

En una alegoría Jesús se describe como la vid y a su Padre como el labrador; nosotros somos los sarmientos que si no permanecen unidos a la vid no dan frutos, se secan y están destinados a la poda y ser quemados. Luego nos insiste en permanecer en Él para dar fruto abundante, “porque sin mí no podéis hacer nada”, acaba diciendo. La verdad es que, sin Jesús, podemos hacer muchas cosas; pero, si dice que no podemos hacer nada, se referirá a nada de lo que es decisivo para la vida humana en la tierra. ¿Qué es eso, cuál es ese fruto abundante, que sin permanecer unidos a Jesús no se da?

La luz nos viene de la Palabra que el Padre nos ha enviado y nos ha dirigido en Jesús: amaos unos a otros, como yo os he amado; perdonaos como el Padre os ha perdonado; sed misericordiosos como el Padre es misericordioso; haceros prójimos del caído en la cuneta de la vida, sed luz y sal de la tierra… Estos son los frutos que, sin estar unidos a Jesús y permanecer en su amor, no conseguiremos dar. Y si, sin permanecer en su amor no podemos hacer nada de lo decisivo para la vida, será que esto es para lo que nacimos, para lo que Dios nos llamó a la existencia, nuestra vocación o destino del hombre, Existimos para amar, perdonar, hasta ser compasivos y misericordioso, aliviando las cargas de los demás. Es nuestra dignidad humana, amar libremente y agradecer ser amados.

Todos no alcanzan aún a verlo así. Incluso nos sale antes el instinto de supervivencia, primero nosotros, primero los míos, lo siento por los otros, primero mi familia, primero mi nación, primero los nacionales… Algunos personajes de la actualidad lo sienten, lo viven y lo reivindican así, y mueven sentimientos, conductas y combates ideológicos sin escrúpulos de caer en la violencia. Primero yo y lo mío. Quizá era necesario nacer así para sobrevivir, pero crecer no es sino humanizarnos, aprender a dar prioridad al otro, porque esto os ennoblece, nos hace más humanos, nos trascendemos a nosotros mimos, llegamos a lo más que se puede llegar, tocamos lo divino, amar libremente como Jesús amó. Es el fruto adecuado al árbol genealógico humano, la dignidad con la que fuimos creados y de la que nos hemos de hacer conscientes para vivirla