Aleluya
Sábado, 31. San Ignacio de Loyola. A las 6 tarde, por el pueblo. A las 8, misa, por el pueblo.
Domingo, 1. XVIII del Tiempo Ordinario. A las 11, misa, por el pueblo (último domingo). A las 12’30, misa, en sufragio de las Almas del purgatorio. A las 8 tarde, misa, por el pueblo.
Los próximos sábados y domingos de Agosto, sólo habrá misa a las 8 tarde los sábados, y a las 12’30 los domingos. Entre semana no habrá misa, excepto cuando el sacerdote se encuentre en Valencia, que hará sonar la campana media hora antes de las 8 de la tarde.
Tiempo de descanso, renovación y ejercicios espirituales para los sacerdotes. Estos son los cultos previsibles:
Lunes, 2. A las 8 tarde, misa por el pueblo.
Martes, 3. A las 8 tarde, misa por el pueblo.
Miércoles, 4. San Juan María Vianney, el Cura de Ars. A las 8 tarde, misa en sufragio de Antonio Gómez.
Jueves, 5. A las 10 mañana, misa por el pueblo.
Viernes 6. Fiesta de la Transfiguración del Señor, el Salvador. A las 8 tarde, misa por el pueblo
Sábado 7. A las 8 tarde, misa por el pueblo.
Domingo, 8. XIX del tiempo ordinario. A las 12’30, misa por el pueblo.
Sábado 14. A las 8 tarde, misa por el pueblo.
Domingo, 15. La Asunción de María. A las 12’30, en sufragio de Asunción Martínez y quienes se llamaron Asunción.
Sábado 21. A las 8 tarde, en sufragio de María Jesús Gómez; y de José Peña.
Domingo, 22. XXI del Tiempo Ordinario. A las 12’30, en sufragio de las Almas.
Sábado, 28. San Agustín. A las 8 tarde, misa por el pueblo.
Domingo, 29. XXII del Tiempo Ordinario. A las 12’30, misa, por el pueblo.
Miércoles 1 de Septiembre. A las 8 tarde,
En septiembre, volvemos a los cultos diarios.
El Evangelio:
Desde el domingo anterior, en el tiempo ordinario, entramos en unos domingos que recogen el discurso del pan de vida según el evangelio de Juan, a propósito de una comida multitudinaria vivida como signo mesiánico, comieron y aún sobró. Comerán y sobrará es la promesa de los bienes mesiánicos anunciada en los profetas. El Reino de Dios que había de venir como un banquete abierto a todos, con comida suficiente para todos. La comida suficiente es un signo de la plenitud de dones con que Dios quiere llenar a los hombres y que se resume con la palabra Shalom, Paz.
Cuando comienza a cumplirse esta promesa en Jesús, sólo se da a modo de signos que anticipan la plenitud de la promesa. Pero estos signos o milagros los cristianos creemos que fueron reales y que son reales todavía en nuestros días. Hay milagros de Dios, porque Dios quiere manifestar su solicitud para con nosotros. Pero no nos libera de todos los males posibles porque quiere respetar nuestra libertad y que nos crezcamos en nuestra capacidad de amar y entregar nuestra vida por los demás.
Por eso, Jesús en sus evangelios también es crítico con la gente que si no ve milagros o prodigios no creen en Dios. Como me decía una persona: “no hace falta que rece por mí, no sirve de nada”. Sí que sirve, para saber que Dios puede mostrar su amor benevolente con una persona, y si no sucede el milagro, nos muestra su confianza en nosotros para que crezcamos y asumamos nuestra libertad y responsabilidad en esas circunstancias difíciles.