Parroquia al día.

Parroquia de San Lázaro

Sábado, 19. A las 6 tarde, misa. A las 8 tarde, misa.

Domingo, 20. XXV del Tiempo Ordinario.  A las 11, misa de las familias con niños. A las 12’30. A las 6 tarde, Retiro Espiritual Mensual. A las 8 tarde, misa.

Lunes, 21. San Mateo. A las 7’30, Rosario por las familias y la vida. A las 8 tarde, misa.

Martes, 22. A las 5’30 tarde, Catequesis 1ª Comunión. A las 7 tarde, Ensayo de Cantos. A las 8 tarde, misa.

Miércoles, 23. A las 5’30 tarde, Catequesis 1ª Comunión. A las 8 tarde.

Jueves, 24. De 10 a 12, Misa y exposición del Santísimo para la Adoración. A las 7 tarde, Adoración. A las 8 tarde, misa. A las 8’30, Celebración del perdón, ocasión para confesar.

Viernes, 25. A las 6’15 tarde, oración y vida, en el horizonte de una nueva evangelización, abierta a todos los interesados. A las 8 tarde, misa.

Sábado, 26. A las 12’30 mediodía: Celebración de las Primeras comuniones. A las 6 tarde, misa. A las 8 tarde, misa.

Domingo, 27. XXVI del Tiempo Ordinario.  A las 11, misa de las familias con niños. A las 12’30, misa. A las 8 tarde, misa.

Evangelio

Mis caminos no son vuestros caminos. Así nos habla Dios hoy por medio del profeta Isaías. Nosotros caminamos a ras de tierra, tenemos nuestros planes o expectativas, nuestras razones y nuestra justicia. No nos ha de ofender que Dios nos diga que sus planes son más altos que nuestros planes, porque esa es nuestra esperanza. Menos mal que Dios no actúa como nosotros. Porque si nos atenemos a nuestra justicia quedan fuera muchos a los que no llegamos a hacer justicia.

Hoy vuelve Jesús con una parábola para descolocarnos, desconcertarnos, provocarnos. Para abrirnos a la perspectiva de Dios, a la mirada de amor por sus criaturas humanas. Un propietario de viñas va a buscar jornaleros a la plaza a primera hora y se ajusta con ellos en el jornal, y los manda a su viña. Pero sale luego otras veces y contrata más. Al caer la tarde, encontró otros parados y viene la pregunta: ¿Cómo es que estáis aquí el día entero sin trabajar? La respuesta no se hace esperar: Nadie nos ha contratado. Y, aunque era ya solo por una hora, los envía también a la viña. Al final les da a todos el mismo jornal y los de las primeras horas protestan.

No podemos hacer así nosotros en los trabajos que ofrecemos. Nos parece injusto no premiar a cada uno según lo trabajado. Por tanto, no debe ser ese el mensaje de Jesús. No obstante, aunque no podamos imitarlo, nos hace pensar en lo que pasa en nuestro entorno. También hay personas que pasan todo el día sin trabajar y la respuesta es la misma: Nadie nos ha contratado. Mucho han cambiado las condiciones de trabajo de los tiempos de Jesús a hoy. Y estos días vemos cómo van cayendo las oportunidades de trabajos y, sin embargo, todos tienen la necesidad de un jornal para vivir. Las leyes no permiten abusos, pero, en la realidad, la escasez de trabajo permite que muchos abusen. Nos duele el sufrimiento actual.

Pero Jesús nos habla de Dios y de los que creen tener más mérito ante Dios que los otros, o sea, “los que han aguantado el peso del día y el bochorno”, los que “sienten envidia porque Dios es bueno con los otros”. Pablo nos invita a llevar una vida digna del Evangelio de Jesucristo, a creer y vivir según su Evangelio, según la buena noticia del amor de Dios que busca que nadie se le pierda, aunque siga respetando su libertad. Si ese es el Evangelio, no nos puede doler que Dios quiera ser bueno con todos, y nosotros que lo creemos, podemos atrevernos a ir más allá de la justicia humana y abrirnos al horizonte de la gratuidad en el ámbito de las relaciones humanas.

 

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