Parroquia al día semana 4 Diciembre 2019
Hoja Parroquial Aleluya
Sábado, 23. A las 6 tarde, misa. A las 8 tarde, misa.
Domingo, 24. Fiesta de Cristo rey, final del año
litúrgico. A las 12’30, misa. A las 6 tarde, CONCIERTO
EXTRAORDINARIO BENÉFICO en favor de nuestra
Cáritas: Quinteto Komorebi. A las 8 tarde, misa.
Lunes, 25. A las 5’30, Refuerzo Escolar. A las 7,30 de la tarde Rosario por la familia y la vida. A las 8 tarde, misa.
Martes, 26. De 10 a 12, Templo abierto para visitas al Santísimo y oración. A las 5’30, tarde catequesis de 2º de primaria. A las 8 tarde, misa.
Miércoles, 27. De 10 a 12, Templo abierto para visitas al Santísimo y oración. A las 5’30 tarde, catequesis de 3º primaria. A las 6,30 tarde, Reunión de Formación de Adultos. A las 8 tarde, misa.
Jueves, 28. La Presentación de María. De 10 de la mañana a 12, Adoración, tiempo para el silencio y la oración; comienza con la Eucaristía. A las 5’30 tarde, Refuerzo escolar, y al final convivencia y compartir de los Voluntarios. A las 7 de la tarde, Adoración. A las 8 tarde, misa. A las 8,30 tarde, Reunión de perseverancia de la comunidad Juan XXIII.
Viernes, 29. A las 6,30 tarde, II Curso Alpha, primer anuncio cristiano. A las 7’30, Rosario por la Nueva Evangelización. A las 8 tarde, misa.
Sábado, 30. A las 6 tarde, misa . A las 8 tarde, misa.
Domingo, 1. Fiesta de Cristo rey, final del año litúrgico. A las 12’30, misa. A las 7,15 tarde, Presentación de Carlos de Foucauld y Adoración. A las 8, Celebración del Beato Carlos de Foucauld.
EVANGELIO
Desafiar a Dios. “A otros ha salvado; que se salve a sí mismo, si él es el Mesías de Dios, el Elegido… ¿No eres tú el Mesías? Sálvate a ti mismo y a nosotros”. Fue el desafío a Dios. Dios, en la persona de su Hijo Jesús, sonríe y llora; se alegra y sufre; habla con todos, pero más horas con la gente sencilla, enferma y pobre; se sienta con los pecadores a compartir con ellos mesa, bendición y perdón; se entristece hasta una angustia mortal por la injusticia; y siente humanamente el abandono de sus amigos, del pueblo y del Altísimo… Un Dios así, que se identifica con Jesús, no les resultó creíble y, seguros de sí y de sus posiciones, le desafiaron incluso cuando ya lo tenían colgando de la cruz.
Y así es como nuestra fe cristiana nos lo propone como más creíble. Es más creíble un Dios que, por amor, se identifique con las necesidades humanas y asuma compartir su vida y destino de muerte e injusticia, por el misterio de la libertad humana, misterio de una belleza infinita pero con enorme riesgo para la criatura humana. Sólo un Dios así, identificado con la causa humana, es un Dios digno del ser humano si es que somos criatura suya. Sólo una comprensión de Dios, como la que alcanzamos a partir de Jesús, es digna de ser la verdad de Dios. Éste nos puede salvar, porque conoce y sufre aquello de lo que estamos necesitados y nos redime devolviéndonos la dignidad para la que nos creó. Los seres humanos preferimos un salvador, un mesías, distinto, más parecido a los poderosos con quienes nosotros nos identificamos y proyectamos. Nos proyectamos en el poder, y al contemplar a Dios crucificado en Jesús nos parece poco, y hasta nos atrevemos a desafiarle. Como él no entra en competencia con nuestro poder, nuestro poder lo descarta.
Cuando, al resucitar a Jesús, Dios muestra su poder de redención y de resurrección, sigue sin competir con nosotros, y parece que van a seguir mandando los mismos que mandaban. Pero ya hay un Espíritu que renueva y recrea todas las cosas desde abajo: es el Evangelio de Jesús vivido por tantos discípulos suyos.
Si hablamos de “Cristo Rey del Universo”, miremos al Crucificado y contemplemos cómo quiso ser rey, como siervo del amor y el perdón. Es conveniente recordarlo y asimilarlo ahora, porque como se ha removido la memoria histórica respecto e nuestra guerra civil, el grito de “viva Cristo rey”, proclamado con verdad y fe por una parte, a la otra parte le sonaba como desafío contra la libertad del pueblo. Qué triste que tanta gente piense de nuevo hoy que creer en el Dios de Jesús, Dios uno y de todos, Dios de amor y libertad, es ir en contra de la libertad del hombre, cuando en verdad es su salvación. Ni desafiar a Dios ni desafiar a los no creyentes que atacan a los creyentes, no nos llevará a un encuentro ni a la paz.